El cambio climático hoy
Este año hemos visto en los medios todos los días, imágenes tristes y alarmantes sobre la intensidad y frecuencia de eventos extremos tales como incendios, sequías, aluviones e inundaciones. Esto lo vivimos muy de cerca en Alemania durante el mes de julio en aquella tragedia, de la que muchas comunidades aún no se han recuperado y, posiblemente, tardarán años en regresar a la normalidad.
Los científicos han demostrado que el calentamiento global fue uno de los factores determinantes de las lluvias torrenciales que azotaron Alemania y otros países de Europa este verano. Muchos veíamos con asombro que un desastre de esta magnitud pudiera darse en un país tan desarrollado como Alemania, pero eso solo pone claro que el cambio climático afecta y seguirá afectando a todos los países. Hay quienes podrían pensar que la planificación territorial o la infraestructura tuvieron mucho que ver, pero lo sucedido en Alemania y en Europa este verano nos hace recordar que nuestros pueblos, ciudades, carreteras y puentes fueron construidos en base a un conocimiento amplio de un clima más o menos estable, donde por supuesto había episodios de eventos extremos, pero ahora con el calentamiento global esos episodios son, por un lado más frecuentes, y también más intensos, en lo que respecta a cantidad de lluvia y/o nieve y al número de días con temperaturas extremas, como también hemos podido ver con las olas de calor de este año en Europa y Norteamérica. Un estudio de la Organización Meteorológica Mundial, publicado a inicios de septiembre, indica que, en los últimos 50 años, en promedio, cada día se reporta un desastre relacionado con el clima. El mismo estudio menciona que, entre 1970 y 2019, el número de desastres se ha multiplicado por un factor de 5, influenciados por el cambio climático. Esto significa que el cambio climático está aquí para quedarse y que países, ciudades y pueblos tendrán que tomar en cuenta esto para adaptarse a un clima cambiante y a veces impredecible, a fin de minimizar los daños, tanto humanos y económicos, de estos eventos extremos.
La acción colectiva para evitar que el calentamiento de la tierra siga aumentando se vuelve aún más urgente. En agosto otro reporte científico de la ONU mostró evidencia de que el aumento de la temperatura del planeta ya ha alcanzado 1.2 grados centígrados. Un informe más de la ONU, publicado el 18 de septiembre, estima que, en base a las acciones propuestas por todos los países, en la última versión de sus compromisos nacionales, el planeta se encuentra en una trayectoria que nos llevaría a un aumento de temperatura de 2.7 grados centígrados, muy lejos aún de la meta establecida por el acuerdo de Paris de limitar el aumento de temperatura global a no más de 1.5 grados centígrados. Si con un aumento de 1.2 grados ya estamos experimentado serios efectos, ¿qué podemos esperar con un aumento de más del doble? Si bien las acciones, para frenar el calentamiento global han aumentado considerablemente en los últimos años, los números no mienten, y queda aún mucho por hacer y ¡el tiempo de actuar es ahora!, como lo está demandando la sociedad a sus dirigentes, ya que los temas de acción climática están cada vez más presentes en las campañas electorales, como lo estamos viendo actualmente en Alemania.
Debido al calentamiento global, nuestra forma de vida está cambiando y nos debemos adaptar a los cambios ya evidentes, pero como sociedad tenemos la responsabilidad y capacidad de evitar llegar a “el punto de no retorno” y encaminarnos hacia un futuro más seguro y sostenible.
Alejandro Kilpatrick
Ingeniero Ambiental
Organización Naciones Unidas (ONU)
Bonn, Alemania